
julio 2020 UN TROCITO DE ASTURIAS
¡Hola! Como os he ido enseñando por Instagram (@alecorsini_b4living), este fin de semana nos hemos escapado mi marido y yo a Asturias. Desde que nos casamos, hace ya 5 años, siempre nos gusta hacer un viaje anual para celebrar nuestro aniversario, pero este año, debido al Covid, se nos chafaron los planes y tuvimos que improvisar. No queríamos dejar de hacer una escapada romántica porque con niños, el tiempo a solas escasea cada vez más, por lo que era casi obligatorio (además de lo mucho que nos apetecía).
Elegimos Asturias porque no lo conocíamos apenas, por lo cerquita que está de Cantabria (donde se han quedado los niños), y por lo bonita que todo el mundo decía que es.
Pedí recomendaciones a algún familiar y terminamos yendo a Palacio de Luces. Es un Relais&Chateaux que se encuentra en Luces, un pueblecito muy pequeño al lado de Lastres.
El hotel nos gustó mucho. Es un lugar tranquilo, donde se come y se descansa genial. El servicio es inmejorable y las instalaciones son clásicas y muy agradables. Tiene piscina interior, spa y gimnasio. Con el tema coronavirus, se han adaptado muy bien separando a la gente por franjas horarias y poniendo desinfectante en cada esquina. La verdad es que impresiona que espacios tan grandes y bonitos no se puedan utilizar por la pandemia, pero la seguridad ante todo.
Como os comentaba, fuimos solamente un fin de semana, por lo que queríamos conocer la zona, pero intentar descansar lo máximo posible. Nuestro plan fue el siguiente:
Llegamos al hotel sobre las 18h. Hicimos el check-in, dimos una vuelta por el hotel y merendamos ahí (tienen una zona de snacks donde sirven platos ligeros). Cogimos el coche y, en 5 minutos, llegamos a Lastres para conocer este precioso pueblo.
Lastres: se trata de una pequeña villa marinera situada en la parte oriental del principado de Asturias. Nos habían hablado maravillas de este lugar, y efectivamente, nos quedamos asombrados cuando lo conocimos. Es practicamente imposible aparcar por el pueblo, así que lo mejor es dejar el coche en un parking que hay a la entrada. Desde ahí, además, tenéis un paseo precioso bordeando el acantilado que lleva hasta el centro y que permite hacer fotos de las vistas.

Una vez allí, disfrutamos de las calles con encanto y bajamos al puerto a hacer algunas fotos. Nos habían recomendado varios sitios para cenar por la zona, pero no teníamos hambre, así que no os sabría decir si merecen la pena o no. Aún así os los digo por si acaso: Casa Eutimio, El descanso, La rula (está en pleno puerto y esa zona huele muy fuerte a pescado, jejeje. Yo os aviso por si acaso), y el Barrigón de Bertín.
El sábado aprovechamos para levantarnos tarde y desayunar con calma en el hotel, donde por cierto, el desayuno está buenísimo. Como hacía buen tiempo, fuimos a una playa que se llama Espasa, que está muy cerca de Lastres y es muy bonita. Estuvimos ahí toda la mañana y comimos un bocadillo en un chiringuito de la playa. Hay un restaurante que también nos habían recomendado, pero estaba lleno, hay que reservar. Se llama Fitomar.
Después de comer volvimos al hotel, aprovechamos para bañarnos en la piscina y descansar. Por la tarde dimos un paseo hasta el faro de Luces, que tiene unas vistas preciosas y está a unos 30 minutos del hotel andando. El paseo merece la pena, con calzado cómodo y con agua 😉
Sobre las 20h cogimos el coche camino de Tazones, otro pueblo pesquero con muchísimo encanto y una visita que no nos podíamos perder.
El destino es una monada. Fachadas de colores, muchas terrazas a la calle, una bahía preciosa con vistas a la montaña, la casa de las conchas… Merece mucho la pena pasear por allí. Teníamos reserva en un restaurante que se llama El Uría, y cenamos increíblemente bien. Lo recomiendo muchísimo.
Al día siguiente dejamos el hotel y fuimos camino de Covadonga. No podíamos estar tan cerquita y no visitar este maravilloso destino, el cual me impresiona cada vez más. Los horarios de misa en verano son a las 12 y a las 13.30, por lo que aprovechamos para ir a la de las 13.30. Más tarde subimos al santuario y encendimos una velita por todas las víctimas de esta pandemia.
Ya que estábamos al lado de Ribadesella, decidimos ir a dar un paseo por la playa y terminar nuestro viaje comiendo allí. Como era tarde, encontramos una mesa en la terraza del Gran Hotel del Sella, que tiene vistas espectaculares hacia la playa.
Otros restaurantes que nos recomendaron en Ribadesella son: La Huertona, La Guía, La Parrilla y Arbidel.
Ese fue nuestro plan de fin de semana. Disfrutamos muchísimo y nos enamoramos de Asturias. De sus paisajes, de sus pueblos y de su gente. Nos quedamos con ganas de conocer más, así que volveremos pronto.
Además de estos planes, por la zona hay otras cosas que se pueden hacer si vais con más tiempo, como el descenso en canoa del Rio Sella, ir a la playa de Vega y comer allí, visitar los Lagos de Covadonga, la playa de Andrín que es una pasada… y seguro que hay mil cosas más, pero esas son las que yo conozco.
Espero que os haya gustado y que os sirva para algún viaje.
Mil gracias por leerme.
Saludos,
Ale
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